30 abr 2011

Horihide



Oguri, conocido en Japón como Horihide es un famoso artista, pionero en llevar el tatuaje oriental al occidente. Acá traemos su historia, contada con sus propias palabras.
En los viejos tiempos, los tatuadores japoneses trabajaban en sus propias casas, no solían tener carteles en donde promocionaban su trabajo ni estaban en una guía telefónica. La práctica del tatuaje estaba prohibido en Japón hasta finales de la Segunda Guerra Mundial. Las casas de los tatuadores atraían a su clientela de boca en boca.
Cuando era aprendiz, existía lo que en japonés se conoce como uchideshi. Normalmente los pupilos vivían en la casa de sus maestros y eran entrenados por 5 años. Luego de 5 años de entrenamiento los pupilos trabajaban de forma independiente y le daban el dinero que ellos juntaban en el primer año a sus maestros para demostrar su gratitud. Los maestros solían decirle a los pupilos sobre este sistema, 5 años de entrenamiento y 1 año de servicio cuando comenzaba la instrucción.
Yo dormía en el lugar de trabajo del maestro cuando era pupilo. Quería ser un gran artista del tatuaje lo más pronto posible. En el medio de la noche, tomaba las agujas de la caja de herramientas de mi maestro, me sentaba con las piernas cruzadas y practicaba los tatuajes en mi muslo sin la tinta, recordando cómo lo hacía mi maestro. Yo continuaba practicando sin la tinta. Utilizaban palillo hecho de bambú llamado sujibori de aproximadamente 20 cm de largo. La punta del palillo era afilada, se le colocaban entre 6 y 7agujas atadas con un hilo de seda. El largo de la punta de las agujas era de 3a 4 milímetros. Estaba ansioso por trabajar de tatuador y practicaba constantemente en las noches sobre mi muslo. No sabía como utilizar las herramientas, algunas veces penetraba tanto la piel que sangraba y luego se hinchaba. Durante el día hacía diversas tareas, si no tenia nada para hacer me sentaba a la izquierda de mi maestro y miraba cómo trabajaba. 

Cada uno de los clientes venía a la casa del maestro previa cita y se tatuaba 2 horas por día, eso se conoce como hitoppori. Si tenían tatuajes por terminar, venían día por medio. Solía sentarme mirando las manos de mi maestro y aprendiendo sobre sus habilidades. Mi maestro solía decirme: "No voy a darte clase. Solamente robate mis técnicas viendo cómo trabajo. Mirando es la forma más rápida de aprender, mejor que estar escuchando". Yo estaba lleno de entusiasmo, mi talento no mejoraba con mucha facilidad, no podía ver ningún progreso en mi en absoluto. 
Un día, la esposa del maestro me pidió que cortara madera, hacía mucho calor, yo estaba todo sudado y me saqué mi remera y mis pantalones. Ane -san (así es como se acostumbra llamar a las esposas de los maestros), me pidió que descansara, me trajo una taza de te y se quedó observando las marcas del palillo de bambú con el que practicaba por las noches. Ella estaba sorprendida y me dijo: "¿Còmo te hiciste esas cicatrices en los muslos? ¿Practicàs el tatuaje con vos mismo?" "Si", le dije, "pero no puedo tatuar tan bien como lo hace el maestro". "¿Viste alguna vez las piernas y los tobillos de mi esposo?", me preguntó. "No", dije. Ella continuó: "Toda su pierna está cubierta con tatuajes, ¿sabés lo que significa? Él me dijo que practicaba el tatuaje en sus piernas cuando era un pupilo. Por eso sus piernas están todas negras. ÉL también me dijo que que un tatuador tiene que aprender tatuandose a sí mismo para ser un profesional. No hay nada que remplazca la piel humana. Así que estás aprendiendo a tatuar usando tu propio cuerpo". 

Un tatuador trabaja sobre el hombro de un yakuza

Octubre de 1955
Luego de escuchar esa historia, me percaté de que había visto los brazos de mi maestro, pero nunca había visto sus piernas. Me pregunté si tendría que practicar con tinta. Decidí perfeccionar la técnica hasta que todo mi cuerpo quede negro. " Nunca me voy a rendir. Si me rindo, no voy a  ser un hombre verdadero". Desde entonces, comencé a practicar en cualquier parte de mi pierna, desde el muslo hasta mi tobillo todos los días.  
Hoy en día, los jóvenes no saben cuán duro era el entrenamiento. Solía levantarme a las 5 de la mañana y barría toda la casa. También lustraba el piso con un trapo. En invierno, se me permitía tener un solo plato de sopa y un cuenco de arroz. A pesar de eso, quería comer más, peor no podía comer lo suficiente porque el resto del tiempo me la pasaba practicando. Esto era antes de la 2da Guerra Mundial, debido a que había pocos suministros, se nos complicaba conseguir más comida. Tenía 19 años y estaba hambriento, fue una experiencia muy dura. 
Algunas veces el maestro me gritaba y hasta me golpeaba. Para soportar tal tratamiento uno necesita ser paciente. Debido a ese tratamiento, muchos pupilos abandonaban y se escapaban. Por supuesto, yo me preguntaba por que nos pegaba. A pesar de que le guardaba mucho rencor al maestro, no podía responderle. Todo lo que podías hacer durante el periodo feudal era obedecer al maestro. Estaba tan frustrado que muchas veces lloraba. Muchas veces el maestro me pegaba sin razón. Sin embargo, descubrí que el maestro me pegaba a propósito y con eso me forzaba a trabajar excesivamente para entrenarme bien. Lo odiaba mucho durante mi periodo de entrenamiento. Mirando para atrás, me siento avergonzado de haber tenido esos sentimientos de rencor con mi maestro. 

1945, Tokio
Cuando era aprendiz, mi maestro me enseñó a hacer mis propias agujas para tatuar. Cada uno de los tatuadores tenía su forma de hacer las agujas
Cuando hago lineas finas uso 2 o 3 de las 7 agujas, las que se encuentran más cerca de la mano, ajustando así el ángulo. Para tatuar los detalles, algunos tatuadores utilizan una herramienta diferente que consiste en 3 agujas. Pero los tatuadores profesionales pueden tatuar utilizando solamente un conjunto de agujas. No tiene que utilizar otra herramienta. Pueden tatuar cualquier linea fina o gruesa, círculos pequeños, etc. El tatuador profesional puede tatuar de izquierda a derecha, de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo, derecha a izquierda. Cuando necesito más tinta, hago kaeshibari, dando vuelta las agujas.


Las pieles cubiertas con tatuajes son donadas para su exhibición.
Horimono significa tatuaje en japonés. Hori o Horu significa cortar, hacer una incisión y mono significa cosas. El tatuar es similar a esculpir. EL tatuaje no es una pintura. Se tiene que apreciar a la distancia por muchos años. Lo que se expresa con el tatuaje debe ser reconocido desde la distancia. Si el tatuaje es muy detallado, no puede ser visto desde una distancia. Como las esculturas, los tatuajes tienen que ser brutal y drástico en cierto contexto. Esos son los tatuajes que son más atractivos para las personas. 
Tatuar a mano, Tebori, requiere de una técnica especial. Tiene que hacerse clavando la aguja suavemente, ajustando la fuerza de las manos. La piel humana es muy suave y elástica. Cuando las agujas se apartan de la piel, puedo escuchar un sonido que dice "sha, sha, sha". Dibujo las lineas paso a paso en cada parte del cuerpo, empezó por los hombros, los brazos y luego la espalda. 


Hoy en día, los tatuadores japoneses compramos las agujas en fábricas. Sin embargo, cuando era un pupilo, realizaba agujas con las agujas más finas de coser. Muchos de ellos no eran de calidad. Un paquete tenía 25 agujas y la mitad de ellas no tenía buenas puntas. En esos días utilizábamos una tinta llamada sakurazumi. Ahora usamos baikaboku para tatuar, que está fabricada con aceite de cocina. La tinta para caligrafía, que está hecha con resina, no es adecuada para tatuar ya que el color no dura. 
Los tatuadores que no han sido aprendices o entrenaron con algún maestro no saben el significado de los diseños tradicionales. Por ejemplo, hay cuatro estaciones (primavera, verano, otoño e invierno), las cuatro estaciones son expresadas en el arte del tatuaje. Cuando los cerezos comienzan a florecer en marzo en Japón, la serpiente se encuentra todavía hibernando. Así que la serpiente y las flores de cerezo no pueden ser vistas en una misma escena. Algunos tatuadores dibujan un pez carpa subiendo por el rio junto con peonías. Los peces carpa nadan contracorriente durante fines de septiembre y octubre, se supone que tiene que estar acompañado con hojas de arce, no con peonías. El símbolo de las hojas de arce hace referencia al otoño. Hay muchas combinaciones tradicionales: Karajishi, los pueden ser  shishi (león) con botan (peonías), ryu (dragón) con kiku (crisantemo), menchirashi (máscara) con flores de cerezo. Estas imágenes son tradicionales dentro de los diseños de tatuajes japoneses. 

Baños publicos, 1946
1946
Soy muy feliz con mi trabajo y lo amo. Mientras pueda seguir moviendo mis manos, voy a seguir tatuando. Le agradezco mucho a mi maestro. Sin sus enseñanzas, nunca hubiese sido un tatuador.

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